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Contra el crimen se necesita voluntad política: Uribe

Puede haber leyes, pero se requiere de un compromiso de dirigentes de partidos.

 

El ex presidente de Colombina Álvaro Uribe Vélez afirma que para cerrar el paso del crimen organizado a la vida política, lo primero que se necesita el “voluntad” de los dirigentes y de los propios partidos.

 

“Usted puede pasar todas las leyes que pueda, pero lo primero que se necesita es voluntad política; compromiso de los partidos y de los dirigentes”, asegura el ex mandatario sudamericano, hoy senador por el Partido Centro Democrático.

 

Uribe Vélez quien dentro de sus dos mandatos le toco enfrentar a los grupos de la delincuencia organizada, paramilitares, guerrilla, así como la implementación del Plan Colombia, explica que más allá de “pactos elocuentes”, lo que se requiere es un acuerdo firme en la vida cotidiana.

 

Se necesita, puntualizo el ex mandatario colombiano, “un compromiso de los dirigentes de la política y de lo partidos”, en entrevista con EL UNIVERSAL en una  sala de reuniones continua al salón Luis Donado Coloso, en la antigua casona de Xicoténcatl, donde ayer se llevó a cabo el foro: “México en el Mundo: Diagnostico y Perspectivas de las Relaciones Internacionales”, organizada por el Senado.

 

Contra la corrupción. Uribe Vélez explica a pregunta expresa, que de manera paralela a la lucha frontal a la delincuencia organizada se debe dar una lucha en favor de la transparencia para combatir las redes de corrupción.

 

“En Colombia hay una gran conciencia de qué tiene que hacer transparencia, eso lo exige la sociedad, pero se necesita que eso no se ablande (la lucha contra el crimen organizado)”.

 

Advierte que para cualquier nación es “muy riesgoso” el surgimiento de grupos de autodefensas, porque nadie sabe dónde termina. “La ciudadanía tiene que ser apoyo del Estado, nunca sustitución del Estado en materia de seguridad. La seguridad la tiene que dar fundamental es el Estado sin perjuicio de que se apoye en la ciudadanía, pero el que la ciudadanía remplace al Estado es un riesgo muy grande para cualquier país y Colombia lo ha vivido”.