Montería, 21 de enero de 2016 (CD).
“No nos oponemos a que haya pocos sitios de concentración, lugares pequeños que no sean corredores fronterizos, no estratégicos a la economía nacional, sin presencia de población civil y que no sean teatros del terrorismo.
Las armas, a un tercer país distinto a Venezuela, distinto a ese tipo de países, que las entreguen, las destruyen. Sí simplemente Farc las va a dejar con el compromiso de no usarlas con vigilancia internacional, sería peligrosísimo”.
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