1. No dijo el Gobierno si los terroristas responsables de delitos atroces como secuestro, reclutamiento de niños, etc, serían elegibles, lo que nunca debe ser.
2. Dijo el Gobierno que habrá dejación de armas, que no es entrega de armas, con lo cual acepta la grave y repetida amenaza terrorista de no desarmarse.
3. Negociar las normas de oposición política con el terrorismo es inaceptable en la democracia colombiana que es garantista del pluralismo político.
4. No dijo el Gobierno si las nuevas circunscripciones para elegir congresistas coinciden o no con enclaves de Farc como las mal llamadas zonas de reserva campesina.
5. Sin entrega de armas, con incremento de la violencia y un referendo, que en contra de la Constitución mezcla fechas electorales para confundir paz con impunidad y con reelección, la Farc avanza, con el consentimiento del Gobierno, hacia la toma de la democracia para llevar a Colombia al Castro Chavismo.
Nunca se habría aceptado negociar con los paramilitares lo que se acuerda con Farc. Ninguna diferencia tienen en su accionar criminal.
Invitamos a los ciudadanos a oponernos a esta maniobra.
Bogotá, noviembre 7 de 2013