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“Hoy no fío, mañana sí”

Me hizo conejo gritaba la libertina cuando el cliente se iba sin pagar por el servicio

 

Afirmaciones del ministro de defensa, el acomodado Silva, en el 2010 publicadas por El Espectador

 

“Las guerrillas colombianas de las Farc y el Eln cuentan en la actualidad con una fuerza conjunta de 9.500 integrantes, inferior en 14.500 al número de miembros que tenían en 2002, aseguraron este sábado en Bogotá fuentes gubernamentales.

 

El ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, señaló que las Farc contaban en 2002 con 20.000 hombres, en tanto que el Eln reunía a otros 4.000.”

 

Caracol por su parte hablaba que los de la Habana habían perdido de sus filas la suma de 12.000 integrantes haciendo alusión a las manifestaciones del voltearepas.

 

“La Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), entidad adscrita a la Presidencia, calculó este viernes que si se firma la paz con las Farc y a este proceso se suma la guerrilla del Eln se desmovilizarán hasta 30.000 personas entre combatientes y grupos de apoyo.” (El Colombiano, hoy 26 de septiembre de 2015).

 

Pensando con el deseo pues los del Eln., ni siquiera se han sentado a conversar.

 

Según esta última publicación los otros 21.500 pertenecen a los grupos de apoyo. Esperemos que esta cifra no se incremente geométricamente como sucedía con las cuentas de Benedo, que cobraba cuatro sabaletas cuando se pedía una. Así las hacía: Una que pidió, una que le traje, una que se comió y una que me paga, de modo que son cuatro.

 

Faltan otros “insurgentes” de la derecha que quieren desconocer como tales debido a las torcidas maneras de pensar, quienes ahora fungen como únicos luchadores políticos y quienes así lo aceptan dentro del establecimiento. Si se reconoce el conflicto político en Colombia hay tres bandos. Los narco terroristas que son dos, enemigos entre sí y a su vez, enemigos del tercero, la sociedad representada en el Estado

 

Todo esto es nada más ni nada menos una estrategia para incrementar los números que sin lugar a dudas serán incomprobables y así justificar el gran fraude que se le hará al pueblo colombiano, Cualquier universitario con ideas de izquierda cabe en el grupo de auxiliadores y conociendo nuestra idiosincrasia, muchos se apuntarán a recibir estos beneficios sabiendo que no tendrán ningún castigo y si muchas prebendas.

 

Estos globos lanzados con afirmaciones de este tenor, son los acostumbrados por el gobierno del conejo continuo en donde la realidad, se ha ocultado por un interés personal de un ególatra consumado.

 

De otro lado, mentir con los números buscará justificar el gran costo que hemos asumido los colombianos debido a esta simulación de charlas con unos genocidas narcoterroristas que pretenden conseguir la culminación de su existencia en dulces y apacibles lugares sin que nadie los persiga y por el contrario recibiendo los honores que depara la democracia a sus insignes ciudadanos. Claro que en Colombia esos honores se están convirtiendo en taras inaceptables por la sociedad.

 

Recuerdo un aviso de arriendo de oficina que decía: “Arriendo a un profesional diferente a un abogado”. Ese aviso en la actualidad cambiaría el abogado por Político. Esa es la imagen que tenemos y se acentúa día a día cuando vemos personajes como los barreras, los benedetti, los cepedas, la córdoba, los serpa y esa gran cantidad de empegotados sujetos que se lucran del erario público sin contraprestación de ninguna índole. Hablan hasta por los codos en peroratas sin sentido. Mejor dicho se la ganan de lengua. Ese es otro conejo que nos han metido durante mucho tiempo y que ahora se ha visto descubierto en su casi totalidad, por el accionar corruptor del ejecutivo nacional.

 

No creo en esos números tan inflados y mucho menos creeré en la verdad de los acuerdos sobre justicia transicional que originó el boom periodístico de esta semana. Ese es, mientras no se demuestre lo contrario, el mayor conejo que han intentado hacernos y tengo suficientes antecedentes para afirmarlo, pues quienes originan la noticia son los más grandes estafadores de la fe pública y, como se han comportado como el pastorcito mentiroso, cuando de verdad actúen acorde con sus palabras nadie les creerá. Son conejeros profesionales. Y a estos no se les fía ni un confite.

 

Postre: Se pusieron de acuerdo los dos mayores conejeros ¡Que vaina!