Sitio oficial
 

Intervención de Álvaro Uribe en debate de Comisión Segunda del Senado

 

Bogotá, 17 de septiembre de 2014 (CD)La siguiente es la intervención del expresidente y Senador, Álvaro Uribe Vélez, en la Comisión Segunda del Senado de la República (16 de septiembre):

 

Álvaro Uribe Vélez:

 

“Voy a hacer a referencia a los siguientes puntos: mi familia; mi carrera administrativa; mi carrera política; mi carrera privada; infamias; mis posiciones frente a la extradición a lo largo de mi carrera pública; el tema de los paramilitares; testigos en mi contra, testigos que los contradicen; colectivo de abogados, que ha pasado de ser el defensor de las Farc y el estafador de las víctimas a ser el acusador en el Congreso. Hacienda Guacharacas, hacienda La Carolina; los temas de desinstitucionalización; mis denuncias, las denuncias en mi contra; el actual gobierno; el promotor del debate; lo nuevo relacionado con lo que radiqué esta mañana en la Corte Suprema de Justicia, y una mención a usted señor presidente (de la Comisión Segunda de Senado, Jimmy Chamorro).

 

Mi familia

 

Jaime, mi hermano. A raíz de que me han asignado parientes que no tengo y no reconozco, lo único que he contestado es lo que hoy repito: murió en 2001, casado con Astrid Vélez, tuvieron dos hijos, un joven profesional en materias ambientales y una niña que nació con parálisis cerebral. Relación sentimental diferente que hubiera tenido mi hermano, sería de su fuero íntimo y me es ajena.

 

Óigase bien: estuvo detenido en la Cuarta Brigada, lo acusaban de clonación de un teléfono en favor de Pablo Escobar y lo tuvieron que poner libre, porque se comprobó que durante los días de la clonación mi hermano estaba hospitalizado por una cirugía de garganta que le impedía hablar, una cirugía por un cáncer en la garganta contra el cual él combatió mucho tiempo, que finalmente fue la causa de su muerte.

 

Agrónomo, promotor de las exportaciones de cultivos de plátano, tomador de aguardiente, de costumbres comerciales absolutamente sanas.

 

Santiago, mi hermano, herido junto con mi padre. Cuando empieza mi aspiración a la Gobernación de Antioquia, empiezan los ataques a mi hermano por la sola circunstancia de ser mi hermano. Su profesión ha sido de administrador agropecuario.

 

El periodista Joseph Contreras, estimulado entre otros por el Colectivo de Abogados, en las vísperas de mi primera elección presidencial, dijo que los socios de la ganadería Carolina, socios de mi familia, eran narcotraficantes. Ganadería manejada por mi hermano, fundada por mi padre y unas familias extraordinarias de Medellín, que no menciono aquí porque es injusto mencionarlas en estos casos, ampliamente conocidas por la opinión pública, por su rectitud.

 

Me voy a referir más adelante al testigo Meneses, que actúa en contra de mi hermano y en contra mía.

 

Otro testigo contra mi hermano, acusándolo del tema paramilitar de los doce apóstoles, es Eunice Pineda Luján. Hay certificado de que sufre esquizofrenia, sostenido en el extranjero y el país, como él mismo lo afirma por el Padre Giraldo. ¡Ay padre Giraldo! ¡Ay señor Fiscal General! ¡Qué tal que yo tuviera una fundación para pagar y sostener testigos!

 

Mi hermano Santiago, afectado en su honra y en su patrimonio por afectarme a mí, por ejemplo, un preso que dijo haber (sido) estimulado por Gustavo Petro, acusa a mi hermano y a mí de haber ido a la Caucana, en el norte de Antioquia, cerca de la frontera de Córdoba, siendo yo Gobernador a organizar la masacre del Aro.

 

Yo que he sido un andariego con cariño por mis compatriotas, por la Patria y por Antioquia, tal vez uno de los pocos parajes que no visité siendo Gobernador, fue la Caucana.

 

Dicen que llegamos y que mi hermano llevó más de 20 paramilitares, que  llegamos en un vehículo blanco y rojo, cuando los desplazamientos solamente los podía hacer yo en helicóptero. Que me reuní con el general Manosalva ese día, había muerto meses antes; que con el general Ospina, general de toda la probidad, hace varios años profesor en la Escuela Nacional de Defensa.

 

Que a esas reuniones había ido el general Rosso José Serrano. Pueden preguntarle al general Rosso José Serrano. El CTI hizo toda la investigación, aclaró esa infamia. Por supuesto me voy a referir más adelante a los testigos del caso Guacharacas.

 

El actual Vicepresidente Germán Vargas Lleras denunció a mi hermano por participar en un supuesto complot para acusar a Vargas Lleras de paramilitarismo, y al coronel Eduardo Ramírez, coronel de la mayor prestancia, de todos los valores éticos y morales, que por la asignación de la Policía coordinaba nuestra seguridad. 

 

A Vargas Lleras le archivaron muy rapidito el caso de sus vínculos con el paramilitarismo en Córdoba y en el Casanare; y a mi hermano, a pesar de la contra-evidencia, entre la denuncia  y las pruebas, no han tenido la gallardía de archivarle ese caso.

 

A Vargas Lleras tampoco lo han investigado por ir como Senador a la Corte Suprema de Justicia a intrigar por la elección del Magistrado Ibáñez. Y a Vargas Lleras tampoco lo han investigado por hacerle el favor al Presidente de la República de intrigar para que el Contralor, recientemente elegido aquí, fuera ternado por una de las cortes.

 

Y a Vargas Lleras tampoco lo han investigado por intrigar en la elección del Fiscal General de la Nación, que es una acto complejo que corresponde al Presidente de la República y a la Corte Suprema de Justicia.

 

No contentos con todo lo que le han hecho a la honra de mi hermano, lo arruinaron. Muy cerca de Rionegro, en La Unión, tenía una pequeña empresa de 19 fanegadas cuadras, como allá se denomina la misma medida de 6.400 metros, el ELN, la tuvo que malvender.

 

Inicié mi vida pública de la mano de mi madre. Mi carrera política ha sido de toda la vida, independientemente de las dificultades de cada coyuntura. Cuando ella en la zona cafetera donde vivíamos, con el civismo que la guiaba, era líder por la aprobación de los derechos políticos de la mujer y del Frente Nacional. Elegida en el primer grupo de concejales mujeres y presidenta del concejo municipal.

 

Mi padre, asesinado por las Farc, frente 36, grupo de finanzas. Siempre dijo que no se dejaba secuestrar, que no caminaba un paso ni pagaba un peso. Y cuando a la hacienda Guacharacas llegaron y él se encontraba con mi hermano Santiago, mi hermano menor, y el capitán Bernardo Rivera, capitán de ese helicóptero, hombre honorable, cuyo testimonio está a disposición de quien quiera, mi padre los enfrentó con su pistola, en el enfrentamiento murió.

 

¡Varios de los aquí presentes lo conocieron y saben que lo que digo no es mentira!

 

No faltó quien dijera que lo asesinó el narcotráfico. Como ha sido usual en este gobierno. Cuando las Farc puso el carro bomba contra Caracol o posteriormente el atentado contra el doctor Fernando Londoño, para decir que no eran las Farc, dijeron que era la mano negra, la extrema derecha. Y dijeron que el carrobomba era de amigos de extrema derecha del expresidente Uribe, para desestabilizar el Gobierno Santos.

 

Por razones de orden público, mi padre se desplazaba en un helicóptero, en el cual también participaba un hombre probo, capitán Carlos Amortegui. Aclaro, para aprobar ese helicóptero no sólo se exigieron los requisitos en Aeronáutica a los que más adelante me voy a referir, sino que me declaré impedido, el impedimento se aceptó.

 

Cuando asesinan a mi padre ese helicóptero lo destruyen, mi familia vende las ruinas, el periódico El Tiempo lo examinó pocos días antes de mi elección presidencial y presentó todas las evidencias de lo que había ocurrido, y la prueba no entregada por nosotros sino que reposaba en la Aeronáutica, de que mi familia había vendido las ruinas de ese helicóptero que nunca se utilizó.

 

Es importante mirar esto: está vivo y vive en Guarne, Antioquia, el capitán Bernardo Rivera quien fuera el capitán de ese helicóptero, cualquiera puede aproximarlo y preguntarle por la conducta de mi padre.

Cuando fue asesinado mi padre, de la oficina pidieron un helicóptero a la Cruz Roja Internacional, a la Cruz Roja de Medellín, a la Defensa Civil. No pudo rescatarlo, al otro día dijeron que era de Pablo Escobar.

 

La Aeronáutica Civil certificó que el helicóptero que se halló en poder, que era de Pablo Escobar, entró al país meses después del asesinato de mi padre y por supuesto meses después de haber salido yo de la Aeronáutica Civil.

 

La familia mía nunca ha abusado de los bienes del Estado. Nunca he tenido una llamada de mis hermanos, ni la tuve de mi madre para pedir un favor que tenga que ver con mi función pública. Esta Casa de Nariño, la Casa de Huéspedes de Cartagena, la Isla del Tesoro, la finca Hatogrande, se manejaron durante mis ocho años con total austeridad.

 

Mi señora recordaba frecuentemente que nuestro compromiso era el del manejo austero de esas propiedades; en alguna vez le dije, me voy a cumplir los consejos comunitarios este fin de semana, voy a Nariño ¿te vas a Hatogrande? y me dijo, me voy a Hatochico, le dije, ¿qué es Hatochico? y me dijo, mi casa, a cumplir nuestra norma de austeridad.

 

Mis dos hermanas son profesionales, trabajadoras, con todos los valores éticos, además de haber sido esforzadas estudiantes, han tenido unos horarios de trabajo en la vida, propios de los mejores proletarios.

 

Carrera administrativa

 

Mi carrera administrativa. Bajo la dirección de Diego Calle -¿esta es la carta? Hay una carta importante que ahora más adelante la mostraremos-. Bajo la dirección de Diego Calle, uno de los hombres más importantes de Antioquia y del país, dirigí el proceso de traslado de las poblaciones de Guatapé y El Peñol, para darle vía libre a la construcción de ese complejo hidroeléctrico. Se procedió con toda honradez, están los resultados, el testimonio de los antioqueños de la época, de las miles de personas con quienes tuve que interlocutar.

 

De allí me trajeron a ser secretario del Ministerio de Trabajo, donde conocí al doctor Angelino Garzón y en donde lideré el decreto de libertades sindicales. Me correspondió posteriormente salvar los derechos pensionales de los pensionados de Mineros del Chocó, que en mi concepto habían sido estafados por una operación de una transnacional con capital nacional.

 

¿Por qué llego a la Aeronáutica Civil? Porque asesinaron al doctor Fernando Uribe Senior, el director anterior. Me dijo el presidente Turbay que necesitaba que yo le aceptara, él era muy generoso, diría yo con mi voluntad ejecutiva le garantizaría cumplir su palabra de poder aterrizar en el Aeropuerto José María Córdova de Rionegro.

 

Allí produje el decreto 2303, que exigía -óigase bien porque lo he repetido muchas veces- que todas las diligencias ante la Aeronaútica Civil tuvieran el visto bueno del Consejo Nacional de Estupefacientes y de la Brigada Militar de jurisdicción.

 

Ahora dicen que nos robamos documentación de la Aeronaútica. ¡Necesito una sola prueba! Ahí está el listado de todo lo que yo ya aprobé, cómo se exigieron esos requisitos. Y hablemos de lucha contra la corrupción, una de las medidas más importantes que tomé fue exigir que los impuestos aeronáuticos no los cobraran en casillas de la Aeronáutica, sino en los tiquetes de las empresas aéreas. Eso derrotó la fuga y la evasión.

 

Y en estos días revisando papeles encontré esto: gracias a esa lucha contra la corrupción, el Fondo Aeronáutico Nacional que en 1980 recaudó 2 mil 184 millones, en 1982 recaudó 4 mil 600, la variación fue del 110 por ciento que permitió financiar gran cantidad de obras aeronáuticas en todo el país, pero el funcionamiento estuvo a la par con la inflación. Porque una norma de mi vida personal, en mi empresa privada y en mi ejercicio público, ha sido la austeridad, que este país la ha perdido en los últimos cuatro años.

 

Dejé adelantado en un 70 por ciento el Aeropuerto José María Córdova, con toda la honradez en la contratación, allí cumplió su palabra el presidente Turbay y pudo aterrizar el 30 de julio del año 82, una semana antes de entregar la Presidencia.

 

Hice el Puente Aéreo de Bogotá sin que le constara a la Nación, la primera concesión privada aeroportuaria. El aeropuerto de Barranquilla, doctor Jaime, doctora Inés, llevaba muchos años sin avanzar, le imprimimos toda la celeridad, se pudo inaugurar el 7 de abril de 1981, día del aniversario de Barranquilla.

 

Se avanzó con obras en todo el país, la modernización del aeropuerto de Cartagena, se contrataron los estudios de la segunda pista del Aeropuerto El Dorado.

 

Hablemos de César Villegas. En la Presidencia lo recordaron porque un periodista dijo que tenía las pruebas de mis entradas y salidas a la cárcel a visitarlo, lo reté, le dije: si me muestra una sola prueba renuncio a la Presidencia.

 

Al único que visité en la época que estuviera detenido, fue a Gustavo Álvarez Gardeazábal por admiración intelectual, porque estudió en Medellín.

 

Conocí a César Villegas en Anif, me lo presentó un director de Anif, que después fue Presidente de Colombia. Acababa César Villegas de regresar de la Universidad de McGill en Canadá, donde estudió Economía de Transporte Aéreo. Era una de las pocas personas que sabía del tema en la época, lo nombré director de Planeación.

 

Yo salgo de la Aeronáutica el 6 de agosto de 1982. Le dije al presidente Turbay: ‘Presidente, hágame el honor que unos de sus últimos decretos sea aceptarme la renuncia, he procurado cumplir, allí permaneció César Villegas, cuatro o cinco años más.

 

En mi período trabajó yo creo que  20 meses, un poco más, yo estuve en la Aeronáutica entre marzo de 1980 y el 6 de agosto del 82. Llegó a la cárcel por cheques del cartel del Valle del Cauca. De aquellos que también tramitó el actual ministro, doctor Juan Fernando Cristo. Y esto me lleva a decir lo siguiente: ¿cómo voy a creer yo en el ministro del Interior si tramitó, por orden de su jefe político, cheques del mismo origen? Todavía dice que lo interceptamos. Yo estoy en este debate por una razón de honor, de compromiso con las nuevas y viejas generaciones, con una Patria que me ha brindado oportunidades a la que le debo incancelable gratitud. No he sido de trapisondas, yo enfrento los temas, no soy de interceptaciones.

 

¿Pero cómo le voy a creer al Ministro? Si acudió a mi oficina a pedirme garantías que porque Ramiro Suárez, exalcalde de Cúcuta, acusado de asesinato lo iba a matar. A pedirme protección, se la di toda. ¿Cómo le voy a creer? Después aparece de aliado político del mismo Ramiro Suárez en Cúcuta.

 

En la Alcaldía de Medellín creé Metro Seguridad. Saqué adelante ante el Gobierno Nacional el Conpes para el Tren Metropolitano. Fue muy corta. Pusimos los cimientos de lo que es hoy el Museo de Antioquia, con la Sala Pedrito Botero. Cuando se me exigió cambiar a Diego Calle de las Empresas Públicas dije: ‘antes que politizarlas renuncio irrevocablemente’. A la semana también renunció el Gobernador -buen amigo-, el doctor Álvaro Villegas, gran Gobernador.

 

Como se ha dicho tanta cosa, que me echaron por narcotráfico, etc., el propio Belisario Betancur, presidente de la República, cuando renuncié irrevocablemente a la Alcaldía de Medellín, me ofreció un cargo en el Gobierno Nacional, y le dije: ‘Presidente muchas gracias, lo que en adelante no obtenga del  favor popular no lo recibiré por nombramiento’. Años más adelante lo volví a cumplir cuando varias veces me ofrecieron ser ministro. Un Presidente me dijo vénganse como ministro de Defensa, le dije: ‘¿cómo me vas a hacer renunciar a la Gobernación de Antioquia? Como eres de flojo tú, te llevan unos chismes míos y me echas’.

 

Tomé, desde esa época, la decisión de no aceptar nombramientos y rechacé muchos. El mismo presidente Belisario Bentacur, que dicen que me hizo salir de la Alcaldía por narcotráfico, después que no le acepté un puesto en el Gobierno Nacional, me hizo nombrar presidente de la Comisión de Paz de Antioquia, y actué en ella con entrega y convicción, no obstante el dolor del asesinato de mi padre.

 

Han dicho que yo hice Medellín sin Tugurios de Pablo Escobar, cuando llegué estaba hecho. Mi padre, caballista, finquero, carismático, lleno de energía, valeroso, frentero; era gran manejador de caballos criollos y de caballos de alta escuela y rejoneaba por festivales de caridad, en muchas partes. Recuerdo que los últimos días de su vida lo acompañé creo que a Palmira, a Manizales, donde las damas grises de la Cruz Roja. Donde lo llamaban a un festival, iba y ayudaba. Era un hombre caritativo, firme, y tenía en su casa una sencilla plaza de toros, ahí hecha con piedras. Allá nunca fue Pablo Escobar, ni a las tientas de la finca La Carolina, nunca, eso lo pueden examinar.

 

Un helicóptero de la Gobernación de Antioquia, nada tenía que ver conmigo. Yo era Alcalde de Medellín, estábamos en un viaje de reconocimiento con el entonces Gobernador, el doctor Alfonso Ospina, el Secretario de la Presidencia y mi persona. Dejaron al doctor Alfonso Ospina en su finca y al Gobernador yo le dije: ‘me puede dejar aquí en la casa de mi padre que está en la ruta del aeropuerto Olaya Herrera’. Allá me dejaron. Eso fue motivo de escándalo, porque mi padre tenía una tienta bien asistida de gentes honorables, y la verdad era un día de fiesta y yo creía que podía ejercer el derecho de estar con mi padre.

 

Gobernación de Antioquia – Las Convivir

 

Yo siempre he creído en la colaboración de la ciudadanía con la Fuerza Pública. Por eso cuando fui Presidente se completó un número de 4 millones 600 mil colombianos informantes de las Fuerzas Armadas, desarmados, con telefonía.

 

El doctor Santiago Montenegro hizo un estudio independiente en la Universidad de los Andes, que mostraba que a medida que se había en Colombia, expandido la telefonía celular, aprovechada por nuestra red de cooperantes, se venía reduciendo sustancialmente la inseguridad. Me duelo que la hayan desmontado en este Gobierno. Eso fue lo que me llevó a apoyar las Convivir. Se crearon con un decreto reglamentario con el cual estuve de acuerdo, yo era Gobernador, nada tenía que ver en ese decreto. Creo que hubo alrededor de 600 Convivir, en Antioquia hubo entre  69 ó 70. No creo que hayan pasado de 70.

 

Advierto lo siguiente, primero, yo daba la personería jurídica, pero no la licencia de operación ni la vigilancia. La licencia de operación y la vigilancia correspondía a la Superintendencia Nacional del ramo. Segundo, en la famosa Convivir El Cóndor de los alrededores de la finca Guacharacas, no participó mi familia ni participé yo. Tercero, acudí abiertamente a defender la constitucionalidad de las Convivir en la Corte Constitucional. Declararon la medida constitucional. Estuve en descuerdo con la ponencia mayoritaria y con el salvamento de voto. Con el salvamento de voto de mi recordado profesor y admirado, Carlos Gaviria, a pesar de todas las diferencias con él, estuve en desacuerdo porque decía que era un camino de paramilitarismo, cuando justamente la cooperación ciudadana, de acuerdo con la Ley con transparencia, tiene que ser lo que le permita eficacia y transparencia a las Fuerzas Armadas, a la Policía.

 

Siempre lo he venido alegando, las Fuerzas Armadas aisladas son más proclives a la ineficacia y a la falta de transparencia. Integradas con la ciudadanía se sienten más comprometidas en eficacia y en materia de transparencia.

 

Y tampoco estuve de acuerdo con la ponencia mayoritaria porque dijo que eran inconstitucionales, exequibles en virtud del derecho a la legítima defensa. Mi tesis es que en  el Estado Social de  Derecho, todos los ciudadanos tienen la obligación de ser solidarios con las instituciones encargadas de los bienes superiores, en este caso con las Fuerzas Armadas encargadas de la seguridad, que es un bien superior, y con eso fundamentamos en la Presidencia la creación de un grupo finalmente de 4 millones 600 cooperantes.

 

Hacía consejos diarios de seguridad en la Gobernación de Antioquia, abiertos al público. Consejos comunitarios los sábados y domingos. En la Gobernación de Antioquia, los gobernadores no pueden y yo sí que cumplí eso, yo no sabía que general iba a llegar  a una Brigada u otra. Los apoyaba a todos, que a la Cuarta Brigada, su primer comandante fue el General Mora Rangel, él puede dar testimonio de cómo fue esa época. Hubo varios en la Cuarta Brigada, el último el general Carlos Ospina, ya mencionado. Varios en la Brigada de Urabá, varios en la de Puerto Berrío. Nos tocaban en esa época dos Divisiones, la de Santa Marta y la de Bucaramanga. Creo que a algunos municipios de Antioquia les tocaba una Brigada de Montería.

 

Y además había muchos comandos de Policía, a todos los apoyé. Entonces ¿qué pasó? Cuando yo salgo de la gobernación de Antioquia, me dicen que, me llama el general Herrera Verbel, al mucho tiempo, y me dice: ‘oiga doctor Álvaro defiéndanos, van a echar 12 militares’. Invitado por el general Herrera Verbel y acudí aquí al Hotel Tequendama a un homenaje a los generales Millán y Del Río. Allí hablaron personalidades muy importantes siempre y allí había la consigna de estar en contra de guerrilla y de paramilitares.

 

Pedro Juan Moreno.  Dirigente conservador y gremial  de Antioquia. Me acompañó como secretario de Gobierno en representación del grupo del doctor Álvaro Villegas. De la mejor reputación. Tuvo después de la gobernación una larga pelea con la Policía, porque le habían imputado a  la firma de su padre, fallecido 35 años antes, Gilberto Moreno Peláez, un cargamento de químicos para estupefacientes.

 

Cuando llegué a la Presidencia le dije Pedro, con esa pelea con la Policía yo no te puedo nombrar Ministro de Defensa. Me propuso que se creara en la Presidencia una oficina de inteligencia, le dije: ‘no queda bien, aquí el concepto de seguridad es democrático’.

 

Le  ofrecí que estuviera en la diplomacia, no quiso. Durante cuatro años acusó a algunos compañeros de la Presidencia.

 

Murió cuando ya estábamos próximos a terminar el primer gobierno, en un accidente aéreo en Urabá. Estaba en plena campaña al Senado. Yo como candidato a la reelección, y de acuerdo con la Ley de Garantías, porque es que aquí el problema no es la reelección, el problema es violar la Ley de Garantías como la ha violado el presidente Santos. Yo apoyé a todos los que me estaban apoyando, entre ellos a Pedro Juan Moreno. Entonces, repitieron la infamia de César Villegas, así como dijeron que yo había hecho matar a César Villegas, también que yo había hecho matar a  Pedro Juan Moreno. Qué  bueno que investigaran bien eso. ¡Qué bueno que lo investigaran bien!  Eso sí que me ha dolido. Porque independientemente de esos desacuerdos de Pedro Juan con el gobierno, lo estimé mucho y lo valoré, y me ha dolido mucho por su familia y por su memoria. Era un hombre sí muy ‘pantalonudo’.

 

Yo recuerdo que para ser elegido gobernador, los criminales en algunas partes no dejaban que se votara por mí, como en Apartadó. Y allí no hubo sino una única candidata, apoyada por la guerrilla y los paras, doña Gloria Cuartas a la Alcaldía. Allí decían que no se podía votar por mí. Las elecciones eran un domingo, me fui viernes y recorrí un poco de casas de Apartadó tocando la puerta diciendo: ‘hombre yo soy Álvaro Uribe, ayúdenme, tal cosa y tal otra…’, y me decían, sí le ayudamos pero váyase que es muy peligroso. No dejaban votar por mí, siempre salieron 900 voticos, muy poquitos.

 

La señora después el Concejo la iba a revocar, yo no hice sino defenderla. En esos años atacaba a Pedro Juan y al general Del Rio, a mí no, que la defendí a toda hora. En los últimos años últimos años ya también me hace cargos a mí.

 

En la Gobernación de Antioquia pedí que se fumigaran los cultivos ilícitos, fue una  gran acción contra el narcotráfico. Me causó un problema, porque unos aviones que regresaban del oriente antioqueño al aeropuerto José María Córdova, tuvieron un escape de agroquímicos y dañaron unos cultivos lícitos.

 

Esa gobernación de Antioquia trajo muchos atentados contra mi familia, contra mis compañeros de trabajo, contra mí, contra mí. En uno de esos últimos atentados mataron un sacerdote. Yo estaba recorriendo el departamento pidiendo que se votara. Y lo que más me dolió es que cuando en el atentado contra mí, que después lo confesó el ELN, asesinó al padre Antonio que me manejaba allá un programa de educación, después dijeron que no que al padre lo había matado el ejército.

 

Me llamó el Presidente de la República de la época porque allá secuestraron una delegación de OEA, me dijo que iba despejar la zona de Santa Ana para que los liberaran. Le dije: ‘Presidente no estoy de acuerdo, pero usted es el que manda, permítame irme del departamento mientras eso sucede’.

 

Cuando iban a secuestrar a mi madre, ella exigió que no quería abusar del Estado, rechazó la seguridad, lo que hizo fue que vendió su casa y vivió por ahí donde no la identificaran, entre una finca y un apartamento distinto a aquel que había sido su apartamento.

   

Santoyo. Nunca he pedido que me nombren o me quiten a alguien de mi seguridad, nunca. ¿Por qué lo conocí? Porque era comandante del Gaula cuando yo era Gobernador de Antioquia. Realizó una gran labor en la lucha contra el secuestro. Cuando aparecieron los casos de hace dos o tres años, solicité a la Fiscalía que enviaran una comisión de investigadores a los Estados Unidos a preguntarle si tenía que decir algo en contra de mí persona.

 

Y, cuando yo salgo de la Gobernación de Antioquia no vuelvo a ver al alto oficial Santoyo. ¿Cuándo vuelvo a verlo? Yo salgo de la Gobernación de Antioquia el 2 enero del 98. No lo veo en el 98, no lo veo en el 99, no lo veo en el 2000. Creo que es a finales del 2001 cuando se da otro atentado contra mí y como lo ha dicho el director de la Policía de entonces, autónomamente lo nombraron jefe de seguridad de mi campaña. Y lo normal, cuando llegué a la Presidencia, le asignaron ser el jefe de seguridad de la Presidencia.

 

Cuando lo cambiaron por Buitrago, hechos que se han discutido mucho, tampoco conocía, yo no conocía al general Buitrago. Dije: ‘el que nombren está bien’. Y tengo que decir que no tengo sino agradecimiento con lo que ha sido mi esquema de protección de las Fuerzas Armadas y nunca les he dado mal ejemplo, ni de palabra ni de obra.

 

A raíz de tantas infamias yo solicité a la Procuraduría General de la Nación que investigara, en mis actividades como director de la Aeronáutica y Alcalde de Medellín, no encontraron mérito después de examinarlas.

 

Mi carrera privada

 

Hombre, yo me siento muy orgulloso de ser empresario del campo, quiero ese trabajo, lo hago con romanticismo. Tengo una empresa agropecuaria que cumple una función social. He estado en juntas. En los últimos años que trabajé mucho en la comunidad internacional, estuve en varias juntas internacionales, en organismos asesores. Cuando dejé la Gobernación de Antioquia fui de la junta del Banco Santander en Colombia. Renuncié para aspirar a la Presidencia de la República. En Medellín participé activamente en la junta de Mesacé y del gremio ganadero.

 

Ahora me asignan otra junta. Dios premia la buena fe. Aquí me llegan las cartas donde yo digo que no acepto esa junta. Aquí están señores Senadores. Yo no fui amigo de Luis Carlos Molina, ni hice negocios con él. 

 

Es que estas investigaciones a medias, estas investigaciones a medias. Y si lo que quieren con ese titulo de El Espectador hoy es dejar suspicacias de una eventual participación mía en el asesinato de Guillermo Cano, llamemos las cosas por su nombre, tienen que respetar. Yo he sido un hombre frentero y de combate. Tuve una gran amistad con Guillermo Cano y él conoció la honorabilidad de mi carrera pública. Entonces que no lo digan otros ni empiecen con las suspicacias de los títulos, de los titulares y de investigaciones a medias. Aquí está la carta de que yo no acepté participar en esa junta. 

 

Mi carrera política no fue hecha de un momento a otro. Empiezo acompañando a mi madre, cuando no debí haber empezado, todavía sin uso de razón. 

 

Soy pregonero, siendo menos que adolescente en las elecciones que condujeron al presidente Valencia a la Presidencia. A quien mis abuelos liberales estimaban, porque ellos habían sufrido mucho la violencia y veían en Valencia, quien de verdad con autoridad rescataba la paz.  

 

He participado en todos los procesos electorales. En 1970 coordiné las juventudes liberales Belisaristas, hice parte activa de las minorías universitarias que nos oponíamos en la universidad pública a la anarquía, que allí se vivía por la izquierda. Defendí ampliamente la candidatura López Michelsen. En esos círculos de la universidad pública donde se le odiaba. 

 

Fui elegido concejal de Medellín en 1974. Concejal de Salgar Antioquia, por Antioquia Liberal en Marcha, movimiento dirigido por los doctores Hernando Agudelo Villa y Diego Calle. Que yo no hice política con Jairo Ortega ni con Pablo Escobar. Aquí está la relación de mi carrera política. 

 

Esa política la hago con Diego Calle y Hernando Agudelo Villa, prohombres de la Patria. Se hace la unidad con el directorio Liberal de Antioquia.

 

Me eligen concejal de Medellín en 1984 por el directorio Liberal de Antioquia.  Fundo el Sector Democrático del Liberalismo, donde me acompañan entre otros Mario Uribe y aquí lo digo justamente, porque no quiero omitir menciones.

 

Me eligen Senador en 1986. Conozco a José Obdulio Gaviria, porque llegó con un grupo de dirigentes de la izquierda democrática del viejo Firmes a apoyarme, liderados por el doctor Gerardo Molina. Que se ha querido mancillar la honra de José Obdulio.

 

Me eligen nuevamente concejal de Medellín en 1988, me reeligen Senador en 1990. Y tengo que recordar una experiencia con el doctor Luis Carlos Galán.

 

A usted se la dije señor Senador Galán del oficialismo Liberal, cuando usted después de haberme pedido que lo nombrara en Londres, que estuvo allí en la delegación diplomática. Después si le parecí muy malo yo y salió a maltratarme en los medios de comunicación.

 

Aquí en este hemiciclo conocí a Luis Carlos Galán. Él con el Nuevo Liberalismo y yo del oficialismo Liberal. Y un día me dijo que si hacía la unidad con el oficialismo me haría un homenaje, que mi directorio sería el primero en visitar, y así lo hizo.

 

Al otro día de esa formidable visita a Antioquia en un carro Dahitsu, sencillo de mi propiedad, que conducía un joven que fue testigo de esa conversación, me dijo: ‘diríjame la consulta en Antioquia’. Le dije: ‘no puedo, porque le di mi palabra a Ernesto Samper’. Pregunté: ‘¿cuántos votos sacaría conmigo?’, a lo que respondió: ‘me convertiría en la mayoría Liberal de Antioquia, porque usted tiene mucho prestigio. Con (Ernesto) Samper no creo que saquemos mucho, a él apenas lo están conociendo, ¿por  qué no lo hace?’ Dije: ‘porque respeto la palabra’. E hicimos un acuerdo en ese vehículo que el directorio Liberal de Antioquia auspiciaría las diferentes candidaturas para participar en la consulta. 

 

Al otro día se acercó aquí el entonces Senador Iván Marulanda y me dijo: ‘¿usted hizo con Luis Carlos este acuerdo?’ Le dije: ‘sí’. Me dijo: ‘entro al Sector Democrático’. Nos dimos la mano. 

 

Cuando asesinaron al doctor Galán ¿en qué estábamos nosotros? Recorriendo toda Antioquia. Yo como director del Sector Democrático explicaba nuestra política. Como director del Sector Democrático explicaba la consulta que yo había defendido en el Partido Liberal. Y decía yo he apoyado al doctor Samper, pero aquí hay otras opciones como la del doctor Galán y le daba la palabra al Senador  Iván Marulanda.

 

Asesinado el doctor Galán, el doctor César Gaviria me dijo que no podíamos seguir en eso, porque nosotros iríamos a absorber al Nuevo Liberalismo. No permitió. Nosotros sacamos más de 90 mil votos, creo que el Nuevo Liberalismo no sacó Senador. 

 

Estando en la Universidad de Harvard, hago una campaña muy esforzada por teléfono y me eligen Senador nuevamente, después de la revocatoria del Congreso. Allí apoyé lo que tanto se me ha criticado: el reindulto del M-19. ¿Por qué lo hice?

 

Estábamos en el Congreso. Ahí conocí a Everth Bustamante, a quien tanto aprecio. He trabajado con muchas personas de izquierda. Me distinguió con su amistad, esa cumbre de la intelectualidad colombiana, Gerardo Molina, Darío Mejía. Muchos reinsertados trabajaron conmigo. Conocí a Vera Grabe, conocí a otros, cumplían un papel respetable en el Congreso.

 

Y cuando vino la decisión de reabrirles unos procesos, dije yo: ¿y eso está claro en el Congreso? Pero si primero los indultaron, después los eligieron en la Constituyente, ahora en el Congreso, ¿cómo así que les van a reabrir procesos?

 

Y lo dije abiertamente aquí en este hemiciclo. Investigarme a mí no es difícil, porque procuro decir las cosas abiertamente.

 

Financiación de campañas

 

Mis campañas han sido austeras, mucho trabajo político y poco dinero. No ha habido derroche, ni ha faltado. Todo se ha declarado. Hablemos de doña Enilce López. Que hay una foto conmigo, las hay con miles. Ahí le pueden peguntar a la señora a ver si ha sido amiga mía. Cuando el señor Petro me acusó de que mi campaña había recibido unos dineros de ella, resultó que era verdad. Pero no fue difícil esclarecerlo porque estaban en la contabilidad de nuestra campaña. Lo que muestra la buena fe.

 

Ese colombiano ejemplar Fabio Echeverri que manejó con rigor esas dos campañas, no permitía una sola trampa. Allí hubo una donación de personas de apuestas, y apareció que uno de los contribuyentes en esa donación era una firma de doña Enilce López. Se declaró, lo reconocí como Presidente ante el país. 

 

Infamias

 

Algunas de las infamias de los debates de estos días. 

 

El Plan de Desarrollo del gobierno fue inspirado por paramilitares. Yo hice más de 70  talleres de democráticos  para construir el programa de Gobierno, con profesores de varias universidades. Se resumió en 100 puntos del Manifiesto Programático. Además, ese equipo programático al final lo dirigió el doctor Jorge Humberto Botero y en él había participado el doctor César Caballero. 

 

‘Visión Colombia Segundo Centenario’. Aquí se dijo que eso había sido influenciado por los paramilitares, la dirigió Santiago Montenegro. Siempre nuestra idea era que el país necesitaba una visión de largo plazo, que empalmara un plan cuatrienal de desarrollo, con otro plan cuatrienal de desarrollo y por eso se construyó esa visión.

 

Que yo le ordené a (Ernesto) Báez a través de Luis Carlos Restrepo no desmovilizar menores. Desmentido y  aclarado por Luis Carlos Restrepo. Aunque parezca a los menores no se les puede desmovilizar, son víctimas.

 

Lo que se hizo fue entregarlos, con toda la protección que exige la normatividad de menores, a Bienestar Familiar. ¡Que infamia! ¡Qué infamia!

 

Lo que hicimos y lo que se dice. Que le ordené a Luis Carlos Restrepo que le dijera a Báez que tenían que venir al Congreso. Lo ha desmentido Luis Carlos Restrepo. Ni él ni yo fuimos los autores de esa visita de paramilitares al Congreso. Eso surgió de acá. Y se ha dicho que cómo me opongo a que los guerrilleros hagan política, si yo lo propuse en el Manifiesto Democrático. 

 

Lo propuse bajo las condiciones de la Constitución del 91, que nunca pretendí alterar y que permitían, que solamente pudieran hacer política condenados por delitos políticos, allí no se hablaba de la conexidad que introdujo el marco para la paz, y que por lo tanto lo he criticado o por homicidio culposo. Entonces que obstaculicé investigaciones sobre parapolítica, gracias a la Seguridad Democrática operó la parapolítica y no alcanzó a que operara la Farcpolítica. Se crearon las condiciones y se cometieron muchas injusticias con congresistas. 

 

Con usted Senador (Luis Fernando) Velasco se cometió una gran injusticia, como se cometió con otros. Le voy a decir en público lo que jamás me he atrevido a decirle en privado, porque no me gusta lavarme las manos. El Gobierno fue totalmente respetuoso de esas decisiones. Siempre que me preguntaron di mi concepto sobre usted, usted me apoyó en una época, ha sido mi antagonista en muchas, lo he respetado y con el respeto que usted ha sentido cuando lo he saludado o he cruzado dos palabras con usted, con ese mismo respeto lo he tratado en público.

 

Es muy importante si no en esta en otra, que se me permita hablar de mis conversaciones con la Corte Suprema Justica, algunas de las cuales fueron interceptadas y reveladas, no todas. Las que alcanzaron a revelar dieron la razón de lo que yo había dicho días antes. Ojalá las revelaran a todos. 

 

El año pasado en plena campaña o este me asignaron ‘Andrómeda’. Ese día iba yo a lanzar nuestra propuesta -que está aquí en un proyecto de ley- de la prima de vivienda para los trabajadores colombianos hasta cuatro salarios mínimos, descontable de la renta de los empresarios, y no me dejaron, tuve que referirme a ‘Andrómeda’.

 

Manifesté que no he tenido relación institucional con las Fuerzas Armadas desde que dejé  la Presidencia. Cuando se estrellaron contra una pared, porque he sido honorable, dijo el Gobierno que era legal. Primero dijo que eran fuerzas oscuras. El primer día mandaron una nube de periodistas a que me relacionaran a mí con ‘Andrómeda’. Al segundo día dijeron que eran fuerzas oscuras. Al tercer día dijo el Presidente que era legal. Echaron a los generales y después de haberlos echado, se disculparon diciendo que los estaban trasladando de un cargo a otro, ante la opinión pública los echaron. Y a (Leonardo) Barrero si lo echaron y después anunciaron investigación, y Barrero con toda caballerosidad reconoció una conversación que le interceptaron y pidió excusas. Tuvo la hidalguía de ofrecerle excusas al país y sin embargo lo echaron, uno de los mejores de Colombia.

 

Y entonces ahora andan con el cuento del hacker, para maltratar a un gran colombiano a Óscar Iván Zuluaga y a mí. Hombre, como dije hace pocos días, el único hacker que yo necesito es un hacker en mi corazón, para que me ayude a meterme en el corazón de mis compatriotas que los quiero. Pero, ese tema también está en la justicia. 

 

Debo recordarle a los colombianos mis leyes de extinción de dominio, una promovida por Fernando Londoño y otra por Fabio Valencia, en sus respectivos pasos por el Ministerio de la competencia. Leyes para agilizar los procesos de extinción de dominio y todas las decisiones que tomé para que eso no se le entregara a testaferros de los confiscados, sino a instituciones como Corpoica, el SENA, etc.

 

La extradición

 

El tema de la extradición. Aquí llegó a este Senado un proyecto de reforma constitucional que venía de la Cámara. El Presidente López Michelsen había fracasado con una reforma constitucional. Habían declarado inexequible la convocatoria de una asamblea constituyente para reformar la justicia y el régimen descentralizado. 

 

El Presidente Turbay había hecho lo mismo, el Presidente Barco estaba en eso, entonces el Gobierno resolvió echarla para atrás por ‘micos’ del narcotráfico. Lo que yo propuse, por eso preguntó el periódico El Tiempo y lo encontró  en la historia de este Congreso, es que sí se iba a aprobar el referendo para que los colombianos dijeran si aprobaban o no la extradición, tenía que ser en una fecha diferente a los procesos electorales, para que no hubiera presiones de bandidos sobre la clase política. Esa fue mi propuesta.

 

¡Nunca participé en la elección de la Constituyente! Usted doctor (Horacio) Serpa conoce muy de cerca al distinguido Constituyente que eligió el Sector Democrático del directorio Liberal de Antioquia. Nunca auspicié que la Constituyente eliminara la extradición. ¡Nunca! Y ese es un episodio oscuro de la historia de Colombia. ¿Por qué la eliminaron?

 

Años después siendo Gobernador, me llamó el ministro Carlos Medellín a decirme, que mi voz como gobernador y presidente de la Federación de Gobernadores, era muy importante para el Congreso, que apoyara el restablecimiento de la extradición y lo hice. Ahí está el testimonio de Carlos Medellín. Y la apliqué sin contemplaciones como Presidente. Hay alrededor de 1.200 casos de extradición.

 

Desmonté los paramilitares, no los conocí. A Salvatore Mancuso lo vi por mi vinculación a Montería de muchos años, en no más de dos o tres ocasiones públicas. Lo saludé y nunca conversé con él. Y lo conocí antes de ser paramilitar. Dijo que habían elegido el 33 por ciento del Congreso y en la misma declaración dijo que no habían participado en la elección presidencial. 

 

En plena campaña llamó el padre (Francisco) de Roux y dijo: ‘Mancuso le está diciendo a campesinos de Barranca que voten por Uribe’. Salí públicamente a desautorizarlo. Lo que no hizo el Presidente Santos ahora, apoyado por las Bacrim y las Farc, la misma alianza funesta, la mezcla vitanda que ayer asesinó a los policías de Córdoba y que hace meses estaba recorriendo con fusiles esa región, ordenando que había que votar por Santos. La misma mezcla maldita que hoy le ordena a los campesinos que no siembren palma sino coca.

 

Miguel Alfonso de la Espriella me apoyó por llamado de su padre el congresista Alfonso de la Espriella, viejo amigo mío. Miguel Alfonso de la Espriella alguna vez me dijo que si yo hablaría con Mancuso y le dije: ‘si me reúno con alguno de esos individuos no puedo aspirar a la Presidencia de Colombia’. Nunca tuve reuniones con ellos.

 

Ha pasado algo muy grave. Personas como él y otras le han dicho a testigos, que en algún momento yo creo que vencerán el temor, y me ayudarán ante la justicia, que si no alteran relaciones con Uribe, Mancuso los manda matar o los hace meter a la cárcel nuevamente. A esas amenazas desde las cárceles de los Estados Unidos. Pregúntenle a Eleonora Pineda por mí.

 

Sigamos hablando de Mancuso. (Acusan) Que fue con el coronel Suárez, comandante de la policía de Córdoba al Ubérrimo. La empresa El Ubérrimo tiene varias carreteras públicas. Ir allá es muy fácil. Jamás fue a la casa El Ubérrimo. Paso muy ausente allá, pero hay unas personas que trabajan allá con mucha antigüedad, gentes espontáneas que no tendrían interés de mentir. Jamás el coronel Suárez llevó a Mancuso a reunirse conmigo. Ahí está el Coronel Suárez.

 

Imaginen ustedes, yo tengo escolta del Estado desde 1988 que no me desampara y lo agradezco. Cuando se frustró un secuestro que contra mi persona casi logra el EPL; llevo 12 y 14, 26 años con escolta del Estado. No he tenido escoltas privados. Esos escoltas de la Fuerza Pública deben decir con quién me he reunido, a dónde he dormido, a dónde he ido, qué visitas he recibido y a quiénes he visitado.

 

Por allá decía un paramilitar que se comunicaban con la gobernación de Antioquia por beeper, yo no he conocido el beeper, jamás utilicé eso.

 

Miren esto. Carlos Castaño en su primera entrevista cuando el país lo conoció, dada a Darío Arizmendi para Caracol Televisión, dijo que no me conocía, que estaban en desacuerdo conmigo porque yo era guerrista, que habían votado y votarían por otras personas. Lo mismo le dijeron los paramilitares, incluido Carlos Castaño, a Luis Carlos Restrepo y al hoy obispo de Cúcuta. Algunos compañeros míos visitaron el obispo y oyeron cómo él se ratifica en eso.

 

Yo vi ese programa de televisión, al otro día me llamó el doctor Darío Arizmendi y me preguntó por mi amistad con Carlos Castaño y le dije: ‘ya le contestaron a usted anoche’. Y como Mancuso le dijo creo que hace uno o dos años a Caracol que yo me había reunido con él, pero no precisó, que había financiado mi campaña del 2006, ¡cómo les parece! Yo lo denuncié penalmente. ¿Saben qué me dijo la fiscal? Que había oficiado a Caracol y que ya no aparecía la entrevista.

 

Pero no es de extrañar, porque yo le pregunté a Caracol Televisión por el video de Carlos Castaño, que yo lo vi y muchos colombianos, entre ellos el ministro de Defensa de la época, Luis Fernando Ramírez, donde se refería en los peores términos a mí. No aparece ese fragmento de la entrevista ni tampoco la grabación de la entrevista radial que me hizo Darío Arizmendi al otro día. ¡Pero más! A los pocos días de salir yo de la Presidencia, que hubo un carro bomba de las Farc  contra Caracol, me llamaron personas que estaban conmigo en Nueva York, yo trabajaba en una panel de Naciones Unidas, que una de las hipótesis era que ese carrobomba lo habían puesto amigos del expresidente Uribe de extrema derecha para desestabilizar al gobierno Santos. Eso tampoco aparece en Caracol. Eso lo dijeron en Caracol, le hicieron la entrevista a Mancuso y a Carlos Castaño y eso no aparece. Eso es muy bueno que el país lo conozca.

 

¿Qué pasó en Ralito? No es como se ha dicho. Allí no se permitía que delinquieran. Cuando se denunció a Don Berna por el asesinato de un diputado de Montería, le ordené al comandante de la Policía que entrara, lo pusiera preso, hasta que se entregó y terminó extraditado. Cuando se denunció que habían secuestrado al exsenador Gnecco del Cesar, les di un ultimátum, y a los pocos minutos apareció. Muy importante que quienes no se interesaron en el tema de Ralito, conozcan cómo funcionó eso.

 

¿Por qué llevé a los paramilitares a La Ceja y por qué después a una cárcel de alta seguridad? Y voy a hacer una aclaración de honor. Cuando me referí a algunos de estos temas hace poco en la Comisión Segunda, mencioné al periodista Mauricio Vargas. Él me aclaró que él sí me había comunicado que se iban a fugar de La Ceja, pero que no había ido con el director de El Tiempo, el doctor (Roberto) Pombo. Le acepté. Ambos fueron, seguramente en fechas diferentes. Y me alertaron de que se iban a fugar de La Ceja y dije: ‘yo no voy a permitir otra Catedral’ y los trasladé a la cárcel de alta seguridad. Y después me dijeron muchas personas que estaban delinquiendo desde allí, y por eso se extraditaron.

 

Para extraditarlos se hizo un acuerdo con los Estados Unidos, que se le diera al Estado colombiano, no a la justicia colombiana sino al Estado colombiano, acceso a las cárceles norteamericanas, lo han tenido a plenitud. Los antiguos enemigos y víctimas del paramilitarismo han hecho desfile por las cárceles de los Estados Unidos, a volverse amigos de los extraditados, a ver si entran en la causa común de atacar a Uribe.

 

Yo quiero recordar algunas cosas que ustedes no tienen por qué recordar. Muy joven yo en este Senado, llegó la noticia de que habían asesinado al Senador Pedro Nel de los llanos orientales. Aquí estuvo mi voz rechazando el asesinato de ese dirigente de la Unión Patriótica, cometido por los paramilitares. Aquí llegó la noticia del asesinato del doctor Héctor Abad, líder de derechos humanos, y de Leonardo Betancur, líder de derechos humanos, quien había entrado a apoyarme con José Obdulio Gaviria y hacía parte de mis asesores legislativos. La mía fue la única o una de las únicas voces que aquí se pronunció contra los paramilitares, por esos asesinatos.

 

Al final de la gobernación de Antioquia, los dos diputados de la Unión Patriótica, Gustavo Arenas y Beatriz Gómez Pereañez me visitaron, me dijeron: ‘Gobernador, muchas gracias que usted nos ha protegido’. No los dejamos tocar, los protegimos, todos los días le rogaba al Ejército y a la Policía que los protegiera eficazmente. Les dije: ‘díganlo en público’, y dijeron: ‘nos matan’.

 

Desmontamos los paramilitares. Aquí hay un debate ¡no! La mala desmovilización causó las Bacrim, ¡perdón! Se desmovilizaron 35 mil paramilitares y 18 mil guerrilleros. Reincidió el 7 por ciento, porcentaje comparativamente bajo, pero 3.700 delinquiendo es una cosa muy grave, hoy están unidos. ¿Sabe qué ha pasado? Que dejaron pasar las Bacrim de 3 mil, 3.400 al final de mi gobierno, a un grupo hoy casi tan grande como las Farc.

 

Entonces, no le quisieron aprobar a Juan Lozano el proyecto para que el gobierno, las Fuerzas Armadas tuvieran iniciativa contundente contra las Bacrim. Entonces, quieren tapar la falta de política de seguridad del Estado diciendo que no, que las Bacrim han crecido, culpa de la mala desmovilización del gobierno Uribe.

 

Y pongan cuidado en esto. Las Bacrim hoy están aliadas con las Farc en muchas regiones del país, como en ese sur de Córdoba, y ya fungen como paramilitares. Entonces dicen, no es que nosotros cuidamos la región, en una parte cobra las Farc y en otra ellas, y la ciudadanía atemorizada y amordazada, ya ha perdido la capacidad de denunciar.

 

Falsos testigos

 

Testigos en mi contra. Meneses, desvinculado al principio de mi gobierno de la Policía, lo reintegraron por tutela debido a una expectativa de pensión. Se reintegró, después pidió la baja. Aparece una foto conmigo en Buga, él era comandante de la Policía, aparece en uniforme de Policía. Yo me he dejado tomar fotos con el que se me arrima, ¿no me iba a tomar una foto con el comandante de la Policía de Buga? Que lo condecoré en la Gobernación de Antioquia; como pidieron para este debate todo lo que yo hice en Antioquia, espero que esto también les haya llegado. Firmé 104 decretos de condecoraciones, 445  condecoraciones, la mayoría la condecoración Atanasio Girardot, las de la Policía como las de Meneses, eran pedidas por la Policía, en ese caso por la Escuela de Policía Carlos Holguín.

 

Que después que yo le ofrecí contratos para silenciarlo. Esos contratos los manejaba un hombre probo, impoluto, fallecido hace poco, Andrés Uriel Gallego. No hay un solo contrato que se le hubiera dado al señor Meneses. Que vino a la Presidencia que habló con John Echavarría, ahí está la declaración de John Echavarría; están las declaraciones que lo desmienten de alcaldes del Valle del Cauca. ¡Ojo con esto! Un ciudadano de Bucaramanga declara que su hijo, cuñado de Meneses, fue muy probablemente asesinado por Meneses, porque su hijo había acompañado a Meneses a reuniones con narcos. Para tapar eso, Meneses lo hizo matar.

 

El coronel Benavides, con quien yo no he hablado, porque yo no interfiero la justicia a través de la manipulación de testigos, confirma que Meneses trabajaba para el narcotráfico, para un gobierno extranjero, el de Venezuela, para políticos enemigos como el citante, y que ofrecía jugosas sumas para declarar en mi contra. Meneses estaba en Venezuela, lo trajeron, muy promocionado por la revista Semana que dirige el sobrino del Presidente de la República, para que revelara la prueba reina contra mi hermano Santiago y contra mí. Nunca pidieron la extradición. Él vino que porque le iban a dar grandes beneficios si traía esa prueba reina, y la prueba reina eran los tales contratos que para silenciarlo yo le habría ofrecido. Meneses, en correos que se cruzan con Idelfonso Finol, quedan claros los ofrecimientos del gobierno de Venezuela a Meneses. Meneses afirma que parece que el gobierno de Venezuela le pagó desplazamientos de Venezuela a Argentina, donde se reunió con el Nobel de Paz, Pérez Esquivel, y el regreso a Venezuela.

 

Esto no es de extrañar. Son notorias las acusaciones de la dictadura fantoche que comanda Nicolás Maduro, contra mi persona. Dictadura que le hace todo el beneficio a las Farc.

 

Y allá está otro testigo, Rafael García, protegido por ellos. Y de eso sí no piden la extradición.

 

Pablo Hernán Sierra, Cacique Pipintá, capturado en nuestro gobierno porque no se desmovilizó. Azotaba el norte de Caldas. Me dijo Luis Carlos Restrepo: ‘esa gente no se desmoviliza’, hombre ¡captúrenlos! Que la Fiscalía, que la policía, bajo mi responsabilidad procedan a capturarlos. Muestran esas declaraciones, odio contra mí, que porque no lo propusimos para la Ley de Justicia y Paz. Dice que mi hermano Santiago ordenó el asesinato de Darío Granda, un tipo a quien le decían ‘gigante’, ojalá vieran ese testimonio. Trata de maltratarme diciendo que acudí a una subasta pública de paramilitares, una subasta pública de ganaderos del sur de Antioquia. Allá llegué con toda mi escolta, estuve unos minutos, saludé, volví a salir.

 

Dice que Juan Guillermo Monsalve, hijo de un trabajador de Guacharacas, era testigo de mi presencia con el paramilitarismo. El citante pidió 27 permisos al INPEC para visitarlo, utilizó siete, más las visitas no registradas y atendidas en las direcciones de la cárcel. Le dice una cosa al video del Senador citante y otra a la Corte, entre lo que dice, dice que yo patrullaba de camuflado, yo de Gobernador de Antioquia bajaba a Guacharacas a patrullar de camuflado; que mantenía allí laboratorios de coca, que durante la Gobernación estuve en San José del Nus hablando de mataderos, claro yo hacía en todos los pueblos de Antioquia consejos comunitarios sábados y domingos.

 

Y que en la campaña ellos me escoltaron cuando un helicóptero no pudo decolar, no pudo decolar un helicóptero de uno de esos pueblos, creo que de San José del Nus, y me llevaron hasta Medellín con una enorme escolta del Ejército, de la Policía. Ahora resulta que fueron estos señores los que me escoltaron.

 

Capturado en Neiva, condenado por secuestro extorsivo, era el ‘guacharaca vaquero’ con el papá y después apareció de secuestrador, ¿qué tiene que ver Neiva con Guacharacas? Presenta unas fotos posando con prendas militares, la Brigada de Puerto Berrío ha certificado que las insignias de esas prendas militares coinciden con las de la Brigada de Puerto Berrío. Era lo normal, porque yo Gobernador lo que hice fue pedirle apoyo a esas brigadas por los constantes ataques a mi familia, como la quema de esa finca, los ataques a Guacharacas, a la propiedad de mi hermano Santiago, etc. Y hay una maestra que dice que allí patrullaba era el Ejército y eso está en el proceso, no los paramilitares. En la Corte Suprema está el testimonio de la profesora Mariela Olarte, que testifica cómo allí patrullaba era el ejército, era lo normal fue el apoyo que pedimos.

 

A mí se me criticaba que porque había mucho ejército en las propiedades de mi familia, y el papá de ese Monsalve dice que Cepeda le ofreció llevarlo al extranjero -esto está en la Corte Suprema- o a Barranquilla, y que le hacían pagos de millón 200 mil pesos al mes. ¡Ay que yo pagara testigos!  Hay una declaración importante de un mayor de La Picota, todo eso lo informó el CTI, pero ahora vendrá lo nuevo.

 

Colectivo de Abogados dijo que cuando yo tomé en un acto de liberalidad en mi juventud, cuando veía esa presión de las Farc que no dejaban trabajar, le entregué una finca que valía 20 millones avaluada a un sindicato penetrado por las Farc al que las prestaciones se liquidaron en seis millones, nunca les cobré nada, por allá dijo el Colectivo que yo los había matado para recuperar la finca.

 

¡Que infamia! Como también dijeron en Londres que yo había asesinado los sindicalistas de la Gobernación de Antioquia. Ahí tienen al abogado Daniel Pardo, abogado de Petro contra mi hermano, que a toda hora maltrata a los fiscales porque no han dictado orden de captura contra mi hermano.

 

Ahí está lo de la finca La Manada y hoy veo una información en Las 2 Orillas mentirosa, después se corregirá, porque no hay tiempo.

 

Casos de desinstitucionalización en Colombia

 

Ha habido varios casos de desinstitucionalización en Colombia. Primera desinstitucionalización, la combinación de las formas de lucha. La lucha guerrillera y al mismo tiempo la lucha política con causa de la tragedia de la Unión Patriótica. Entonces aquí venían a hacer política Iván Márquez y Braulio Herrera, no entregaban las armas las dejaban en el escritorio, venían al Congreso y la guerrilla seguía asesinando en el país.  Esa combinación de las formas de lucha, en la cual no intervinieron todos los de la Unión Patriótica pero sí muchos y del Partido Comunista, es un proceso de desinstitucionalización colombiana con causa de la tragedia de la Unión Patriótica.

 

Y hubo otra desinstitucionalización cuando el gobierno de la época se unió con los PEPES para acabar con Pablo Escobar. A mí me dijeron si usted se une con los paramilitares acaban en breve tiempo a la guerrilla. Seguramente, pero lo que quisimos preservar fue el camino de la institucionalidad y por eso combatimos por igual a los paramilitares y a la guerrilla.

 

Hoy nuevamente desinstitucionalizan el país, equiparan a Colombia con una dictadura, a las insurgencias latinoamericanas que combatieron dictaduras con los narcoterroristas de aquí, que le hacen daño a la democracia; equiparan a las Fuerzas Armadas de la democracia colombiana con terroristas ¡por Dios! Y ahora los seducen, los tratan de atraer con la oferta de que les van a extender la misma impunidad de la guerrilla.

 

Eso se hizo en los países del sur, como lo van hacer aquí si acá hay unas Fuerzas Armadas respetables. Los casos no son comparables pero allá les hicieron trampa en Argentina, casi se la hacen en Uruguay y ahora se la hacen en Chile. Aquí hay que darle un tratamiento de honor a las Fuerzas Armadas de la democracia, por eso el Centro Democrático ha propuesto un proyecto de ley.

 

Hablemos de la victima Yaneth Bautista que la llevaron a Cuba, entonces ya no son víctimas de los terroristas, son víctimas del conflicto armado. Hay un testigo que dice que esta señora estuvo en la guerrilla en el Catatumbo, que no se desmovilizó, da exactamente el nombre del comandante del ELN con el cual ella trabajaba.

 

Mis denuncias, en qué están mis denuncias. He denunciado a Gabriel Silva, abusivo. Como gerente de la Federación de Cafeteros manejaba su familia intereses de comercio internacional del grano y me ofreció que me pagaban unos abogados en Estado Unidos, le dije que no. Me ayudaron los de la Drummond, se lo dije al país con inocultable buena fe que era un pleito de ellos y este señor dijo que era para pagarme unos regalos tributarios. Está denunciado, esa denuncia ni se mueve. He denunciado al Padre Giraldo, al periodismo asociado con Perafán. En cambio las denuncias contra mi familia sí se mueven, como esa reapertura de la semana pasada.

 

El Presidente Juan Manuel Santos es promotor de este debate. Alguno de ustedes me dijo que había mucha presión y que por eso aquí habían votado de una manera y en la Comisión Segunda de otra. Dijo en campaña que el libro de Cepeda lo había convencido de que yo era paramilitar; declaró que extradité a los paramilitares para que no hablaran; esa extradición se convino con él, que era Ministro porque estaban delinquiendo y quedó muy claro que los Estados Unidos garantizaba, como lo ha garantizado, acceso al Estado colombiano a las cárceles.

 

¿Quién le dio permiso a Juan Manuel Santos para que fuera a reunirse con criminales? Eso no se ha investigado, las reuniones de él con los criminales en su época, sin ninguna razón, de las cuales surgió la hipótesis de que había ido a pedirles que depusieran al Presidente de la época, quién le dio permiso, ay que hubiera ido otro sin ese permiso.

 

Los contratos con Felipe Jaramillo, los contratos a su jefe de campaña. Espero que avance la investigación sobre los 12 millones (dólares), espero que avance. Que lo que le dije a la Procuraduría que ahí mismo se lo trasladaron a la Fiscalía es serio. El propio Germán Vargas lo acusó en El Tiempo y mintió sobre Santoyo, dijo que yo lo había propuesto para no sé qué cosa y el propio general Naranjo tuvo que desmentirlo muy cuidadosamente para no afectarlo.

 

El promotor del debate es un mentiroso consumado

 

El promotor del debate, miente, es mentiroso consumado. Fue siendo yo Presidente a Urrá, fue a la Defensoría del Pueblo de Montería a pedir un vehículo para Urrá, mentiras, se fue a hacerle una inspección a la finca El Ubérrimo. Fue a una delegación diplomática a pedir que liberaran a Simón Trinidad, extraditado por narcotráfico, no extraditado por guerrillero. Muchas entradas a las cárceles las ha camuflado diciendo que va con organizaciones de derechos humanos. Perseguidor de propietarios honestos en el Magdalena medio y en los Montes de María.

 

Dijo a la FM que quien lo ha amenazado de muerte empieza por U; ha mentido sobre baldíos acusando a mi familia, sobre el INCODER y en el Carmen de Bolívar, afectó un programa hermoso de Argos diciendo que eran unas tierras en las cuales Uribe era socio. Privaron a los Montes de María de tener 40 mil hectáreas reforestadas.

 

Oigan lo que dicen los computadores de Raúl Reyes: ‘por pedido del compañero Iván Cepeda estoy coordinando la unidad de las marchas que se harán en todos los países el próximo 6 de marzo’. Hay varias menciones en esos computadores de Iván Cepeda que lo retratan como un aliado del grupo terrorista de las Farc.

 

He entregado hoy a la Fiscalía General de la Nación dos nuevas pruebas, a la Corte Suprema, dos testigos que están en la cárcel, uno dice: ‘que lo que le interesaba a Cepeda era que yo le sirviera como testigo en un caso donde me dejara grabar una entrevista, un video donde yo manifestara que el doctor Álvaro Uribe Vélez había estado en el caso de un guerrillero que fue dado de baja  en Vegachí por el Bloque Metro y que yo dijera que el doctor Álvaro Uribe Vélez y Santiago habían estado en una finca donde nosotros habíamos capturado al guerrillero y que le había dado una cachetada y que Álvaro Uribe Vélez había ordenado que lo asesinaran’. Esto y otro testimonio idéntico, semejante, debidamente recibido por especialistas en criminalística, lo radiqué hoy en la Corte Suprema de Justicia.

 

Y usted, señor Presidente, es muy importante recordar esto. Usted fue a mi casa a decirme que quería estar en el Centro Democrático, acudió a la convención del Centro Democrático, aquí dice en esta foto “Firme con Uribe y Pacho” eso funcionó. Después le ofrecieron la cabeza de la ‘U’ y comprendo, sus actitudes han demostrado que usted ha procedido con la crueldad del recién convertido. Pero como a uno le llegan cosas le entregaré a usted y a la justicia los informes de inteligencia militar sobre la relación de cheques que a usted le dieron los carteles de la droga y sobre los cuales no ha habido la debida investigación.

 

Este debate, atiendo este linchamiento moral por una razón de honor con las nuevas generaciones de Colombia. Aquí lo que hay es el propósito de judicializar a Uribe, para crear condiciones en favor de los gobiernos del terrorismo. Con la ayuda de Dios hemos muchos colombianos que no lo vamos a admitir. Dicho esto me retiro señor Presidente”.

 

 

 

 

AUDIO