El documento completo debe conocerse cuanto antes para comprobar si el Gobierno firmó un texto en construcción solo para hacer un show o si en realidad logró un acuerdo histórico, sin impunidad.
ares concretos, en condiciones de austeridad, y bajo un régimen de vigilancia y control”.
Hace rato que las penas de cárcel se vienen desdeñando con argumentos ligeros como eso de que no resocializan o que son una ignominiosa venganza, y se habla de ‘populismo punitivo’ cuando un gobierno ofrece incrementarlas. Pero si la privación de la libertad es tan inconveniente como se plantea, debería abolirse para todos, no solo para los terroristas de izquierda sino también para los militares, los ‘paracos’, los narcos, los corruptos, los violadores, los sicarios… O, acaso, ¿dónde queda la coherencia?
No, la idea no es vaciar las cárceles y cerrarlas, sino, simple y llanamente, eximir a las Farc de su merecido castigo. Y, por el contrario, la Jurisdicción Especial para la Paz contempla juzgar a todos los que de una u otra manera hayan sido un obstáculo para ellas en su camino al poder. ¿Mera especulación? Recordemos que el comisionado Jaramillo dijo que había 13.000 empresarios incursos por paramilitarismo. El Fiscal ya amenazó con cárcel a Uribe y a Pachito Santos. Henao aseguró que nadie tiene fuero ante ese tribunal. El Ministro de Justicia dijo que la JEP no puede juzgar al expresidente Uribe, pero que sí puede actuar contra el exgobernador Uribe…
Esa jurisdicción es lo más parecido que alguien se pueda imaginar a la Santa Inquisición. En la entrevista concedida a EL TIEMPO (25/09/2015), Juan Carlos Henao dejó entrever por lo menos tres ‘perlas’ que convierten ese tribunal en un engendro monstruoso: 1) que su competencia abarca casos ya fallados, que podrían ser revisados por el Tribunal; 2) que quedó con la facultad de revisar sentencias de otras jurisdicciones, y 3) que será tribunal de cierre con rango de “cosa juzgada absoluta”, por lo que “no hay ningún recurso que valga frente a sus decisiones”.
Sin duda, el documento completo debe conocerse cuanto antes para comprobar si el Gobierno firmó un texto en construcción solo para hacer un show o si en realidad logró un acuerdo histórico, sin impunidad. Cosa difícil de creer al ver que Santos le da categoría de presidenciable a un ‘Timochenko’ que no se arrepiente de nada. Aberrante.