En esta entrevista con La Tercera, el ex mandatario colombiano se refiere en términos críticos al anuncio sobre el acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc.
Cristina Cifuentes
25 de septiembre del 2015. El ex Presidente de Colombia, Alvaro Uribe (2002-2010), es una de las voces más críticas de las negociaciones de paz que en 2012 inició su sucesor, Juan Manuel Santos, con las Farc. Durante su gestión, Uribe le propinó una serie de derrotas militares a la guerrilla, que sufrieron un proceso de quiebre en esa época. En esta entrevista con La Tercera, el ex mandatario señaló que el acuerdo anunciado el miércoles en La Habana es “un golpe de Estado a la democracia”.
En el primer punto de sus preocupaciones iniciales sobre el acuerdo usted plantea el tema de “no a la cárcel” ¿Qué consecuencias puede generar el hecho que los cabecillas confesos cumplan su pena, por ejemplo, en granjas agrícolas?
El acuerdo ni siquiera habla de granjas agrícolas. Si a mí me dijeran granjas agrícolas con condiciones carcelarias eso sería un tema a examinar. El acuerdo simplemente habla de algunas restricciones de libertades. Por ejemplo, que no salgan del país o que para salir del país que pidan un permiso a un juez, entonces, ahí no hay ninguna condición carcelaria. Y en cuanto a la pena accesoria, primero hay que entender que Colombia no ha sido una dictadura, sino que ha sido un Estado de leyes, una democracia respetable. Nuestra Constitución ha dicho que la elegibilidad política queda prohibida a los responsables de delito político o al homicidio culposo, que es el accidental. Entonces, ahora, a estos señores no solamente no los van a llevar a la cárcel, sino que les van a permitir, como lo dice un punto del acuerdo, elegibilidad política sin restricción. ¿Qué ha sido las Farc? Las Farc han sido responsables de 2.700 desapariciones, es el cartel de cocaína más grande del mundo, responsable entre 1998 y 2003 de 1.794 secuestros. Y ha sido responsable, también, de más de 20 mil reclutamientos de menores. Entonces ahora, no solamente no los van a llevar a la cárcel, sino que les van a permitir elegibilidad política sin restricciones. Eso es una afrenta a la democracia.
¿Cree que los ex miembros de la guerrilla tienen posibilidades reales de insertarse como partido en la política colombiana? ¿Cómo observa la ciudadanía colombiana este aspecto?
Es una violación a la Constitución del 91, es una afrenta a la democracia. Yo no estoy calculando si tienen o no posibilidades reales. Yo no hago vaticinios políticos. Lo que me parece grave es que unos de los mayores criminales del mundo, que han derribado aviones comerciales, que han cometido cualquier clase de crímenes de lesa humanidad, tengan en un país democrático derecho de elegibilidad política.
En el punto 2 de su comunicado se señala que todos los soldados y policías quedan con el riesgo de confesar crímenes que no cometieron o de irse a la cárcel ¿Cuál es la posición que podrían tomar las fuerzas colombianas si esto llegara a concretarse?
El Ejército de Colombia no ha sido el Ejército de la dictadura. Nuestras Fuerzas Armadas han sido fuerzas de la democracia. Por eso hemos rechazado que los pongan de igual a igual con el terrorismo, como los ha puesto el gobierno de (Juan Manuel) Santos hace cinco años. Entonces, ahora, resulta que si las Farc acusan ante ese extraño tribunal que quieren crear, que un soldado o un policía cometieron un crimen, ese soldado o policía tendrá que confesar que sí lo cometió para que no lo metan a la cárcel. Eso de poner en semejante riesgo a las Fuerzas Armadas de Colombia es un daño muy grande a la democracia. En mi gobierno cada vez que hubo alguna violación de la ley de las Fuerzas Armadas se castigó al responsable, porque las Fuerzas Armadas de Colombia nunca han tenido designio criminal, ha habido desviaciones de casos aislados, que eso se sanciona, pero no crear este riesgo general para los integrantes de las Fuerzas Armadas.
En el punto 9 usted habla de que se estaría planificando un golpe de Estado contra la democracia ¿A qué se refiere?
El gobierno ha propuesto una reforma constitucional, la Constitución del 91, promulgada por una Constituyente, delegó al Congreso la posibilidad de reformar la Constitución con dos condiciones, ocho debates, en dos periodos sucesivos. Segunda condición, no reformar los puntos esenciales, cuya reforma constituiría una suplantación constitucional. El Congreso no lo puede hacer. Ahora el gobierno quiere que la aprueben y se lo van a aprobar porque el gobierno controla la mayoría del Congreso, que la reforma constitucional no sea en ocho debates, sino en tres, con participación de las Farc para aprobar los acuerdos de las Farc. Y el gobierno pide una ley habilitante de facultades omnímodas, al estilo (Hugo) Chávez para que el Presidente de la República incorpore esos acuerdos y prácticamente crean unas condiciones que hacen imposible la desaprobación del acuerdo. Nosotros pensamos que ese es un golpe de Estado a la democracia.
¿Cree que de aquí a seis meses puede firmarse la paz o antes deben resolverse los puntos pendientes?
Yo creo que con Santos la pueden firmar mañana, porque él les concede todo. Otra cosa es la paz en Colombia. Aquí se ha deteriorado mucho la seguridad. Este país había bajado la producción de cocaína de 700 a 180 toneladas y está otra vez en 400 toneladas. Ha aumentado considerablemente la extorsión. Este grupo terrorista ha retomado control territorial en muchos sitios.
¿Cómo percibe el sentir de los colombianos tras el acuerdo?
El gobierno ha estado muy mal de popularidad. Seguramente, ahora en vísperas electorales, con la cautivante palabra paz, van a engañar a mucha gente. A nosotros nos toca hacer un esfuerzo muy grande para mirar esto. Por ejemplo, en Madrid, en una población cerca de Bogotá, en la que acabo de tener un acto político, le expresé a la comunidad que ahora quieren convertir a la sociedad civil en victimaria. Entonces dicen las Farc, que un empresario extorsionado, lo extorsionaron o lo secuestraron porque estaba cometiendo crímenes, ese empresario fue víctima 50 años, entonces ahora lo van a tratar como victimario y le van a decir si usted no reconoce el crimen se va para la cárcel. Se invirtieron los papeles; qué ironía de la vida.
¿Reconoce que pese a todos los cabos sueltos se puede decir que es un logro de Santos, considerando que se sentó en la misma mesa con la cúpula de las Farc?
Yo no vi esa fotografía, la fotografía de esa mesa. ¿Quiénes estaban ahí? Raúl Castro: 56 años de dictadura, con fusilamientos, 56 años sacando como disculpa de su fracaso al imperialismo norteamericano. Metiendo cubanos a la cárcel porque eran amigos o eran gusanos del imperialismo y para resolver ese fracaso tienen que volver a los Estados Unidos al que tanto maltrataron. En esa mesa estaban los jerarcas del chavismo. El miércoles por la mañana cerraron otro punto de frontera con Colombia y hace dos semanas expulsaron colectiva ilegalmente de manera genocida a muchas familias de Colombia. Les quitaron los enseres, los torturaron, las separaron. El gobierno de Santos es servil frente a eso y permite, para indignación de muchos colombianos, que esa dictadura sea la que acompañe estos acuerdos. Eso es lo que se veía ayer en la foto ¿Qué representa Castro? ¿Qué representa esa jerarquía de La Habana? ¿Qué representa Timoshenko? Representa 2.700 desapariciones y miles de secuestros.