A los problemas que padece Medellín en los últimos días se le suma uno más; me refiero a la problemática de las basuras. Este no es un tema que amerite menor importancia en la agenda de un alcalde y menos en una ciudad como Medellín, la cual ha demostrado tener unas empresas públicas que la mantienen como "tacita de plata". Para la muestra un botón: la Procuraduría General ratificó en días anteriores la destitución de Gustavo Petro en Bogotá precisamente por tomar u omitir decisiones que provocaron un caos con el tema de las basuras en la capital.
Empresas Varias de Medellín (Emvarias) es una entidad pública que pertenece a los medellinenses hace más de 50 años, la cual ha mantenido la ciudad limpia y reluciente, siendo esto reconocido históricamente por propios y extraños. Sin embargo, recientemente y por algo que diría obedece a malas decisiones administrativas o fríos cálculos políticos, la empresa de aseo de la ciudad se encuentra en una posición riesgosa, la cual puede generar una situación con el tema de la recolección de basuras en la ciudad, peor que la que se ha observado en los primeros días de este año, tal como lo evidenció el aumento de quejas de la ciudadanía en este sentido.
No obstante, celebro que Emvarias haya sido recientemente adquirida por EPM porque esto le ofrece la oportunidad de pertenecer a una empresa pública exitosa en sus negocios y que en general les cumple a los ciudadanos. Esto le brinda además a Emvarias la posibilidad de tener un mayor músculo financiero, una gestión más efectiva y más posibilidades de negocios.
Lo que no comparto, tal como lo vienen cuestionando algunos concejales, es la posibilidad que por la puesta en marcha de algunas estrategias que obedecen a intereses contrarios a los de los medellinenses, se produzca eventualmente la privatización de Emvarias, tal como sucedió con UNE el año pasado. Comenzar a llevar la empresa a la desgracia para luego presentar su privatización como una salvación, es algo que no se debe permitir con Emvarias.
Se dice que el problema en Emvarias es la falta de un parque automotor adecuado para poder desarrollar efectivamente la recolección y disposición de los residuos sólidos de la ciudad. Por lo tanto, se habla de la adquisición de nuevos vehículos mediante la modalidad de renting con una empresa privada, lo cual ha funcionado bien en otras empresas. Nada raro por el momento. Pero ¿por qué no se adquirieron a tiempo los vehículos que se necesitaban para cumplir adecuadamente con las actividades? ¿Por qué se pagaron, según un informe de la Contraloría, reparaciones de un vehículo superiores al precio de uno nuevo? ¿Por qué se encuentra hoy inoperante una buena parte del parque automotor de Emvarias? Posiblemente estemos ante algo más grave de lo que ya conocemos.
Emvarias es una empresa que debería estar mirando a nuevos proyectos como la generación de energías alternativas a partir de residuos sólidos y no estar sumida en esta engorrosa situación.