Aunque es frase antigua y trillada (recuerda la huida del último moro de España), yo la repito por la actualidad de su significado. (Pero cambiaría la palabra mujer, por niño). Expresión que algunos podrán sentir en el futuro cuando el país, Dios no lo quiera, caiga bajo el marxismo que empobrece, persigue toda la libertad, lleva a crisis absoluta.
¡Cuánta falta nos hace Fabio Echeverri Correa! el famoso expresidente de la Andi, quien de verdad defendió la industria nacional en todas sus facetas, que se oponía a cualquier presidente y luchaba por todos los medios para defender la producción nacional. También hacen falta los jóvenes de entonces, los políticos y líderes que con valor contribuyeron a deponer al dictador Rojas. Yo recuerdo amigos de juventud que salían a las calles a gritar en contra de ese gobernante y políticos (como mi padre) que también vociferaban contra esa dictadura.
Pero los cortesanos santistas dicen que quienes pensamos distinto al actual coro palaciego, somos pesimistas, mientras tragan entero lo que sea: -dolorosas encuestas muestran el gran rechazo a Santos-, disminución del crecimiento industrial, caída, casi constante, del índice del precio de las acciones (aunque todo se lo imputan a la caída del petróleo), pronósticos del crecimiento de un máximo de 3.5 %, aumento del 40 % de los cultivos de coca, el déficit comercial más alto de la historia, la creciente inseguridad en casi todo el país, además de ser considerado el tercer más impune en el mundo, uso de la justicia para perseguir a la oposición, mientras rápidamente dictaminan que no hubo problemas con los 12 millones de pesos que supuestamente entraron a la campaña santista, hackers que sí existen entre la oposición, pero no entre el gobierno, el pago de los impuestos más altos de Latinoamérica. Y el gran fraude electoral, que dicen se celebró en Cuba, antes de la segunda vuelta presidencial. El cual, explicaron en Periodismo Sin Fronteras, se gestó mediante el registro computarizado de los votos y que básicamente el fraude se dio en Barranquilla. Con razón, alguien dijo: “no hay santismo gratis”.
Pero lo más grave: la entrega del país a la Farc, como si ya hubieran ganado la presidencia. Como dice Gloria Helena Monsalve: “Una cosa es el concepto de hacer la paz con personas que quieren hacer la paz. Otra cosa es doblegar nuestros principios éticos tanto de libertad y justicia, ante personajes que han retrasado y criminalizado el país… Estos seres no quieren hacer la paz. Quieren doblegarnos a aceptar sus imposiciones. Todo para ellos, quienes dicen no ser culpables”.
Pero aquellos que detentan el poder o se benefician directamente de él, no quieren defender nuestra democracia, ni proteger las libertades y por el contrario miran con simpatía una paz sin justicia, con la entrega total del país a las múltiples exigencias guerrilleras. Ojalá no nos suceda como al moro de este título: No llores como mujer, lo que no supiste defender como hombre. Dios no quiera que se repita la historia de los venezolanos, quienes nos dicen, que en un principio, cuando llegó el castro-chavismo, ellos trataron de aceptar los cambios para evitarse problemas. Al igual que los cubanos, los cuales acordaron aclimatarse a la revolución de Fidel. ¿Y cuántos fueron los muertos, los que huyeron y siguen desertando de esos dos pobres países?
Notas: -Si la Canciller Holguín ayer entregó el mar Caribe de San Andrés, ¿qué no irá a entregar ahora en la Comisión de Paz? -Valiente la carta que la caleña María Esperanza, le envió hace poco al Fiscal Montealegre y publicada en El Espectador: “siento indignación impotencia, vergüenza ajena al leer las barbaridades que usted dice…”.