Con una bancada de cerca de cuarenta parlamentarios, la nueva fuerza política del país llegará al Congreso a proponer, a debatir y a escuchar a los ciudadanos. Un tema prioritario y que se le debe a Colombia, es la salud.
La salud como derecho fundamental debe garantizarse con atención oportuna y de calidad para los colombianos, logrando que el paciente sea parte real y fundamental del sistema de salud y se le atienda de manera integral dentro de un régimen único y un POS (Plan Obligatorio de Salud) integrado sin distinción alguna.
La Atención Primaria en Salud (APS) debe renovarse, para que esté dirigida a toda la ciudadanía, primordialmente a la población infantil, mujeres embarazadas y tercera edad, logrando construir gestión real para la prevención de riesgos. Para el Centro Democrático, es prioridad cuidar la salud de la comunidad. Promover y generar desde el colegio hasta las edades más avanzadas, una cultura de autocuidado, ejercicio físico y hábitos saludables, estimulados y respaldados con la formación de médicos y otros profesionales de la salud especializados y enfocados en la Promoción de la salud y la Prevención de enfermedades, garantizando que los Colombianos mejoremos nuestra calidad y expectativa de vida, así como también la de generaciones futuras.
Hay un compromiso real y desde la hora cero, para proteger a los niños, a las mujeres embarazadas, a las personas con cualquier tipo de discapacidad, a las personas de escasos recursos, a la población de la tercera edad y a un grupo conformado por personas que padecen enfermedades catastróficas denominadas de alto costo (VIH, cáncer, insuficiencia renal, trasplantes, enfermedades huérfanas, etc.). Una protección y atención especial que debe otorgárseles con programas sociales y subsidios bien utilizados.
A su vez se tendrá que garantizar la autonomía médica y la implementación de un sistema educativo que aumente los estándares de calidad y profesionalismo permanente a nuestros médicos y a su equipo multidisciplinario. Los salarios y honorarios dignos y justos son necesarios, como también la descongestión en servicios, la eficacia, calidad y la agilidad en la atención.
Fortalecer hospitales públicos y creación de nuevos centros médicos en lugares como Amazonas, Chocó, La Guajira y la Orinoquía. Mediante alianzas público-privadas se debe gestionar la construcción, administración y dotación de clínicas y sedes de salud; permitiendo que la calidad sea un avance permanente y oportuno.
Trato especial tendrá que dársele a la Superintendencia de Salud, para que funcione de manera descentralizada y con real alcance regional. Reestructurarla, autonomizarla y darle competencias reales que permitan la vigilancia y coordinación (haciendo uso de las nuevas tecnologías).
Se debe lograr que los colombianos tengan un seguro de salud público que garantice la prestación de servicios en cualquier establecimiento y sin importar su bolsillo. Para esto, las EPS deben reevaluarse, perfeccionar las que gestionen en el riesgo y tengan suficiencia técnica, científica y auto sostenibilidad financiera.
El manejo de los recursos debe ser claro e ir más allá que una simple urna de cristal¸ debe fortalecerse el sistema de información en salud y permitir un control crítico del mismo, que cualquier colombiano pueda tener acceso a este y se informe de manera permanente sobre decisiones y ajustes realizados o requeridos.
La reforma a la Salud del Gobierno actual fue un fracaso. Desde el Congreso y en un eventual gobierno será prioridad resolver los problemas que hoy nos afectan a los colombianos y que se convierten en inconformidades y deficiencias del sistema.
Por: @CamiloMartinezN